Zacatecas, Zac.- El estado de Zacatecas y los organismos operadores del agua potable no pueden desistirse del proyecto Milpillas, porque cada vez es mayor el estrés hídrico que se vive en el corredor urbano más poblado de la entidad.
Así lo expresaron los titulares de los sistemas de agua potable de Zacatecas, Guadalupe, Morelos y Vetagrande, Benjamín de León Mojarro; de Fresnillo, Ma. de la Luz Galván Cervantes; y de Calera, Pedro Ontiveros Morones; así como el presidente municipal de Enrique Estrada, Sabino Dorado Rodríguez.
En rueda de prensa conjunta, De León Mojarro detalló que Zacatecas es de los estados con mayor presión en el uso del agua, determinado por el volumen de agua concesionado frente al volumen renovable anualmente en una cuenca o acuífero.
La Conagua considera alta presión del recurso cuando esa división es mayor a 40 por ciento. En el caso de los cinco acuíferos de los que se abastece este corredor urbano-industrial es de 193%, al haber un déficit anual de 288 millones de metros cúbicos.
Benjamín de León explicó que ese indicador está relacionado con la seguridad hídrica, pues ante altos grados de presión, como en el caso de Zacatecas, no se tienen reservas para potenciales épocas de sequía, cada vez más recurrentes por el cambio climático.
El estrés hídrico se refleja en el deterioro de los pozos, que cada vez tienen una mayor profundidad, una menor producción y una baja en la calidad del agua, abundó el director de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz).
Como ejemplo, De León señaló que en los últimos 20 años la Jiapaz ha hecho 65 perforaciones, de las que 12 han sido fallidas, es decir, no se encuentra agua a pesar de los estudios previos, mientras que otras resultan con un volumen reducido.
Abundó que hace un mes y medio se terminó el aforo de dos pozos perforados en Guadalupe a 450 metros de profundidad, que dieron apenas 5 litros de agua por segundo, lo que hace muy cara su operación por los costos de electricidad.
En ese municipio se crearon recientemente los sistemas de abastecimiento Noreste y Sureste, que requirieron inversiones millonarias y aportaron en total solo 27 litros de agua por segundo, una cantidad ínfima, consideró el director de la Jiapaz.
Milpillas, única alternativa ante la creciente demanda
A la par del abatimiento de los acuíferos, los organismos operadores han enfrentado un crecimiento poblacional exponencial, tendencia que seguirá para los próximos años, por lo que Milpillas es su única alternativa.
Actualmente viven en el corredor urbano Fresnillo-Zacatecas 548 mil personas, pero para 2040 se prevé que serán 873 mil; tan solo Guadalupe pasará de 200 mil a 400 mil habitantes.
Los sistemas de agua potable de estos siete municipios disponen en su conjunto de un volumen de 48 millones de metros cúbicos, pero requerirán para ese año 114 millones; es decir, más del doble. Bajo las condiciones del estado es imposible extraer esa cantidad del subsuelo, por lo que se requiere del agua superficial.
Al perforar a mayores profundidades se deteriora la calidad del agua, al registrar mayor concentración de sales que incrustan las tuberías, lo que reduce su capacidad de conducción e inclusive causa taponamientos totales. En esas condiciones se encuentra 60 por ciento de los 5 mil kilómetros de tuberías de la red que opera la Jiapaz.
Además el agua puede presentar elementos dañinos para la salud, como arsénico y flúor, advirtió Benjamín de León. Hay zonas en donde el vital líquido no es apto para consumo humano, por lo que se limitan las posibilidades de los organismos operadores.
Visión de futuro
El director de la Jiapaz expuso que los organismos operadores trabajan con base en estrategias, planes y estudios elaborados o asesorados por expertos del Banco Interamericano del Desarrollo, el Instituto Mexicano de Tecnologías del Agua y Banobras.
“Avanzamos con rumbo hacia la modernización y existe visión de futuro, pero para cumplir con nuestra obligación de garantizar el derecho humano al agua se requiere de la corresponsable de la Federación, Estado y los Municipios para garantizar la disponibilidad, como lo establece nuestra Constitución”, afirmó.
Se podrá desistir de un proyecto de transporte, de comunicaciones, de esparcimiento o de otro tipo, pero no del agua, de un proyecto del que depende la seguridad hídrica para más de medio millón de zacatecanos, enfatizó Benjamín de León.
Recordó que este proyecto tiene historia desde 2010, cuando inició la búsqueda de fuentes disponibles y la única fue el río Milpillas, por lo que solo existe esa oportunidad para los organismos operadores del corredor urbano.
Preocupación de los organismos operadores
La directora del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Fresnillo (Siapasf), Ma. de la Luz Galván Cervantes, expresó su inquietud por el retraso en la construcción de la presa, pues “no hay de otra, nos preocupa y nos ocupa que entre más pozos perforamos, menos agua encontramos”.
Pedro Ontiveros Morones, titular del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Calera (Siapac), compartió la preocupación debido a que la demanda ha rebasado a los organismos operadores, más ante estiajes prolongados como el que se vive este año.
Afirmó que se comparte la condición de los acuíferos, pues hace 40 años de 10 pozos perforados siete eran muy productivos y ahora la situación se ha revertido, siete salen fallidos y tres son regulares o buenos.
Apeló a que se continúen los esfuerzos necesarios de parte del Gobierno del Estado y la Federación para que se concrete Milpillas en la brevedad posible y ofreció la contribución de los sistemas de agua como principales interesados.
Por parte de Enrique Estrada, el alcalde Sabino Dorado Rodríguez dijo que el objetivo es coadyuvar a que su municipio sea beneficiado, pues cada vez resulta más difícil dar el servicio a la población. Tienen dos pozos, que han disminuido a la mitad su producción en los años recientes.