Zacatecas, Zac.- Robos y vandalismo registrados en pozos y rebombeos de la Jiapaz afectan las finanzas del organismo y dejan sin agua a miles de usuarios, en tanto que para los maleantes representan unos cuantos pesos.
En lo que va del año la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz) ha registrado cuatro robos en pozos, el más reciente este fin de semana en el 1 de Morelos.
Sujetos realizaron un boquete a la caseta y hurtaron pedazos de cable del arrancador, lo que dañó el equipo y dejó sin agua durante un día a 70 por ciento de la cabecera municipal de Morelos.
Luis Adolfo Pérez Castañeda, director de Captación de la Jiapaz, informó que se dañó el equipo electromecánico y se afectó a miles de personas, en tanto que los ladrones podrán vender el cable robado apenas en unos 50 o 100 pesos.
Otros hurtos registrados en el año son de la batería y panel solar de tres pozos del Sistema Benito Juárez, en Zacatecas, con los cuales se realiza la transmisión a distancia de datos sobre la extracción del agua.
La reposición de esos equipos se estima en 15 mil pesos y para las personas que los robaron no tienen valor, pues las baterías no pueden servir para automóviles, aunque en apariencia son parecidas, y los paneles solares apenas servirían para encender un foco.
En uno de esos pozos robaron también un pedazo de cable, por lo que se pararon operaciones por 10 horas para hacer la reparación respectiva. Al tener un aporte de 30 litros por segundo, se dejaron de extraer un millón de litros de agua, lo que repercute en el abasto a los beneficiarios.
Durante 2018 se registraron robos de dos transformadores en el sistema de captación La Pimienta y el daño de un arrancador por el hurto de cobre, además de una puerta en el sistema La Joya, lo que para la Jiapaz suma pérdidas cuantiosas.
Además de emprender las acciones legales respectivas, el Director General de la Jiapaz, Benjamín de León Mojarro, ha instruido a que las nuevas casetas se construyan de concreto armado, más difícil de dañar.
Asimismo, en la medida de lo posible se ha sustituido el uso de cobre por aluminio, que tiene un precio menor y resulta menos atractivo para los delincuentes.