Con una extensión de 2.4 hectáreas, es uno de los museos más visitados de la capital y la zona metropolitana. A través de las 5 áreas que componen este espacio, los visitantes tienen toda una experiencia con el agua, pues literalmente pueden jugar con ella en forma física y digital, para que la conozcan mejor y la cuidan más.

La primera parada es el Área de Piezas Antiguas, en donde se pueden apreciar tuberías, transformadores, bombas, turbinas, cloradores, suavizadores, filtros y otros equipos utilizados hace décadas por la Jiapaz para brindar los servicios de agua potable y alcantarillado. En el llamado Muro de las Incrustaciones se observan tuberías obstruidas por sarro y se pueden conocer los retos que deben superarse para que los habitantes de la ciudad dispongan de agua en sus casas, en la inteligencia que Zacatecas es una ciudad de origen minero y sus aguas poseen características diferentes por la concentración de sales.

La segunda área es el espacio Historia del Agua, donde los asistentes pueden conocer sus características físico-químicas, su disponibilidad en el mundo, en México y en Zacatecas, y observar a detalle los trabajos que debe realizar la Jiapaz para que este recurso esté accesible en las casas de los habitantes de la ciudad. La siguiente zona es llamada Cosecha de Agua, en la cual se muestra a los visitantes cómo pueden acondicionar sus casas para captar el agua de lluvia y aprovecharla para uso doméstico.

Durante el recorrido, se les hace ver a los participantes que el agua en Zacatecas es escasa y que hay familias en localidades rurales del estado en las que las familias deben vivir con una cubeta de 20 litros al día, mientras que en las ciudades cada habitante dispone de un promedio de 125 litros diarios.

La Plaza Tláloc, la cuarta área del museo, es una de las preferidas de los niños. Ahí se divierten dibujando o con juegos como una lotería gigante y memoramas, con temáticas orientadas a despertar en ellos la obligación social que tienen todos los ciudadanos de cuidar del agua y preservarla. Finalmente, los visitantes llegan al Ciclo de Distribución del Agua, en donde pueden conocer el proceso y maquinaria involucrada en las tareas de captación, distribución, alcantarillado y saneamiento.

El Museo del Agua es también para pasar un buen rato los fines de semana, pues pone a disposición del público en general espacios para esparcimiento de niños y familias, con pistas para caminar, correr o andar en bicicletas, así como canchas de futbol y basquetbol.